Hacer consciente al ego
miedo a la soledad
Miedo a la soledad
Este miedo por lo general es muy fácil de identificar, a no ser que tengas dos heridas activas que se contrapongan. Por ejemplo, el miedo a la frialdad y a la soledad activados en conjunto nos hacen desear con todas nuestras fuerzas la soledad para poder enfocarnos en nuestras cosas tranqui-los, sin embargo, una vez que eso sucede es muy fácil que nos invada una angustia profunda.
Este miedo tiene que ver con hacer lo imposible, mu-chas veces sin siquiera darnos cuenta, para no estar solos, siendo capaces incluso de experimentar síntomas como fiebre o fuertes dolores de estomago para que nos hagan compañía.
Identificar la tristeza y que hay detrás de este miedo es muy sencilla, y esto es debido a que las personas que lo experimentan son muy sensitivas.
Si tienes este miedo de base, el simple hecho de leer estas páginas ya debe haber implicado una descarga afectiva en ti, dado a tu excelente conexión con lo que sientes. Simplemente bota esas emociones sin culpa, es normal sentirlas y lo mejor es expresarlas.
Lo que es un poco más complicado de este miedo es encontrar la rabia que hay detrás y para esto hay que escarbar un poco. En los acompañamientos que realizo por lo general llegamos a darnos cuenta que la rabia que esconde este miedo tiene que ver con haberse abandonado a uno mismo, dejando de lado sueños, proyectos, metas personales o simplemente oportunidades por seguir a alguien más. El tema es precisamente este, que la excusa detrás de este comportamiento casi siempre es “seguir a alguien más” “deje mis sueños de lado por mi pareja, o por mis hijos o por mis padres, hermanos, etc…” pero la verdad de las cosas es que incluso con una pistola apuntando a nuestra cabeza, siempre hay más opciones. No somos culpables de la vida que llevamos, pero sí somos responsables de nuestras elecciones diarias, nadie puede obligarnos realmente.
Esta es precisamente la rabia interna que encuentro detrás de este miedo, el haberse desprendido de la responsabilidad de la propia vida, de haberse olvidado que la felicidad sólo se la puede dar uno mismo y por sobre todo por el hecho de dejar absolutamente todo por seguir a una pareja o una relación. Dejar todo por una relación de pareja, no es amor, es un atentado al amor propio. Dejar tus hobbies, lo que te apasiona y reemplazarlo por estar las veinticuatro horas con otra persona, es simplemente aumentar el miedo a la soledad en su máxima expresión al trazar una relación de dependencia.
Y todo esto, por supuesto que produce mucha rabia, y es normal. Quiero enfatizar que si es tu caso, no te alarmes, nos pasa a todos en algún momento de nuestras vidas. No significa que has hecho todo mal, sólo significa que has dado demasiado en tus relaciones y eso te ha hecho olvidarte de ti. Suena altruista, pero a larga es dañino, y mientras antes te des cuenta de esto, mejor será para ti y quienes te rodean.
Si este es tu miedo más profundo ¿qué te produce rabia de él?