Heridas de infancia

El no merecimiento

¿Te hicieron daño o activaron tu herida?

Las personas que están a nuestro alrededor no son necesariamente las que nos dañan, muchas veces simplemente activan heridas del pasado. Aprender a identicar cuando una persona activa tu herida, te ayudará a darte cuenta rápidamente que esa persona no quiso lastimarte y que en realidad tu reaccionaste desde un dolor pasado y necesariamente por lo que esa persona sin querer hizo. Este curso es una maestría del perdón.

Lo cierto es que los cambios externos no resuelven tu problema, pues no lo abordan en su raíz. La raíz del problema es que no te sientes completo y pleno interiormente, buscas a alguien o algo externo que lo compense. De este modo, te escondes detrás de las finanzas, de la gente, de la fama, y de la adoración. Si te esfuerzas en encontrar a esa persona adecuada que te ame y que te adore y logras tener éxito en ello, en realidad has fracasado. No has resuelto el problema. Lo único que has hecho es involucrar a esa persona en tu problema. Esa es la razón por la que la gente tiene tantos problemas en sus relaciones. Empezaste con un problema dentro de ti y trataste de resolverlo involucrando a otra persona. La consecuencia es que esa relación acaba siendo problemática, ya que la razón por la que la mantienes radica en tus problemas internos. Todo esto es muy fácil de ver cuando tomas distancia respecto a ello y te atreves a mirarlo honestamente.

Un comentario

  1. Ésto encaja, por así decirlo, con el Eneatipo Cinco (Eneagrama de la Personalidad), en donde se desarrolla el «Apego Evitativo». Se retiran a la mente para no sentir, para no involucrarse, para no sufrir, para independizarse, para no necesitar de los otros; según su herida de la infancia, por haberse sentido no comprendido, no suficiente por sus padres.
    Me recuerda a alguien muy cercano, que recientemente en su nuevo trabajo, vinieron los jefes y apenas le dieron corte, no me preguntaron nada … o sea, quizás hubiera preferido que le hubiesen preguntado sobre él.
    Pero, creo, es un «asunto» del alma, ya que pueden ser bebés que apenas lloran, o que juegan solos en el colegio, etc. !

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