Nunca voy a olvidar lo difícil que fue convivir con los ataques de pánico de mi madre. A pesar de que en ese entonces estudiaba psicología, nunca tuve muy claro qué hacer y todos mis intentos por ayudarla resultaban fallidos.
Como familia probamos absolutamente todo, hasta que por casualidades de la vida descubrimos la terapia transgeneracional y mi madre decidió darle una oportunidad. En pocas sesiones mi madre descubrió el origen de sus ataques de pánico, lo cual fue curioso porque la explicación eran tan clara, pero también tan invisible para quienes desconocen el are más sanador; conocer nuestras propias raíces. Resultó que los ataques de pánico de mi madre comenzaron a la misma edad que mi abuelo comenzó a experimentarlos. Era un patrón que se venía repitiendo.
Los ataques de pánico se volvieron menos frecuentes y volvió a sentir una paz que no había experimentado en mucho tiempo tras comprender y sanar el patrón que se venía acarreando.
Esto puso fin a un período de mucho sufrimiento en mi familia, sin embargo lo que no sabía en ese momento es que esto en realidad era un comienzo. En la sanación de ella encontré un propósito para mí.
De a poco comencé a ver que existían patrones que se repetían en mi vida y que de alguna manera, desconocida para mí en ese entonces, estaba todo conectado.
Tenía problemas de autoestima, un gran bloqueo en torno a las relaciones de pareja, guardaba grandes secretos familiares, me exigía la perfección y tenía mucho odio hacía mi padre biológico a quien deje de ver a mis cuatro años.
Al trabajar en mí, al entender el porqué de las cosas que sucedieron en mi familia, al comprender plenamente mi forma de pensar, sentir y actuar habiendo logrado descifrar la raíz del conflicto, fue que poco a poco me fui aproximando al perdón y eso puso fin a la gran mayoría de problemas que me aquejaban en ese entonces.
Pero no existen teorías perfectas. A pesar de que me ayudó muchísimo el transgeneracional en mi camino de sanación, no estaba del todo de acuerdo con la forma en que se aplicaba esta metodología (revisando fechas, buscando “dobles” e intentando evidenciar la repetición familiar), por lo que decidí ir más allá y continúe aprendiendo otras teorías como la biodescodificación, programación neurolingüística, técnicas de liberación emocional, compassionate inquiry, un curso de milagros y otras más que se fueron sumando con el fin de continuar sanando y, a su vez, creando un acompañamiento lo más completo posible.
Fui de a poco reuniendo lo que a mí me ayudó a sanar la relación con mis padres, a poder tener una relación de pareja segura, a aprender gestionar mis emociones y pensamientos, y por sobre todo tener la libertad de elegir la vida que yo quería con el fin de crear un proceso que me permitiera acompañar otros en este mismo camino de transformación.
Y ha sido desde esta vereda, de ir lo más profundo en mi propio proceso de sanación, que intento compartir mis aprendizajes en las sesiones uno a uno.
No sigo una teoría estática ni una ciencia mecanizada. Aplico lo que a mí me sirvió. No hablo de teorías, hablo de mi experiencia de humano a humano.
Soy alguien igual a ti que está buscando sanar, y, que, además, comparte lo que ya le sirvió.
El transgeneracional, al igual que las constelaciones familiares, comprende que los nudos que tenemos en la relación con nuestros padres, nos hacen tropezar en el futuro una y otra vez con los mismos conflictos, ya sea de pareja o con nosotros mismos. Son precisamente estos nudos los que acaban transformándose en un patrón que se repite una y otra vez hasta que los entendamos y podamos sanarlos.
Ante la presencia de patrones vemos restringida nuestra libertad al dirigirnos a lo mismo una y otra vez, sin darnos ni cuenta. Sin embargo, podemos retomar esa libertad de elegir la vida que queremos una vez que nos hacemos conscientes y es precisamente lo que te invito a hacer a través de estos acompañamientos 1 a 1.
Serán 8 sesiones en donde en cada una de ellas, realizaremos un un viaje de autodescubrimiento y transformación acerca de los patrones que se repiten en nuestra vida. A medida que exploramos las historias familiares, relaciones de pareja, de amistad e incluso los problemas laborales, podemos ir desentrañando los patrones ocultos y encontrando la conexión que existe entre cada uno de estos conflictos.
Es un proceso profundo y liberador, que nos permite vivir una vida más plena y auténtica una vez que por fin nos liberamos de las cargas emocionales que no nos corresponden.
Desde ya muchísimas gracias por leerme. Espero de todo corazón que estas sesiones o mi contenido aporte un granito de arena en tu proceso.