¿Te gustaría poder descubrir y sanar el origen de la mayoría de los conflictos emocionales?

Te entiendo, sé que es mejor pensar que los conflictos que hay en tu familia no tienen nada que ver contigo, pero la verdad es que esto no es así. No conozco a nadie que esté realmente en paz mientras se mantiene en guerra con sus padres o huyendo de su pasado. Sé que es más fácil pensar que el gran problema de tu vida es la “ansiedad” o los problemas de pareja ¿pero de dónde vienen estos y por qué se repiten una y otra vez? 

Nos centramos demasiado en sanar la ansiedad o la depresión, el no poder olvidar a un ex, los problemas de dinero, la infidelidad, el no poder encontrar pareja, los conflictos en la maternidad o la baja autoestima, sin darnos cuenta de que estos son simples síntomas de algo más profundo. A mí parecer resulta mucho más efectivo ir directamente al origen de cualquiera de estas condiciones o situaciones para sanar de raíz.

Independiente de lo que esté sucediendo, hay dos cosas que hacen que los síntomas se magnifiquen o no sanen, y estas son las historias familiares disfuncionales y las heridas de infancia. 

La verdad, es que pasé por un largo recorrido intentando comprender por qué no podía encontrar pareja, el porqué de mis altibajos emocionales, mis problemas de autoestima y amor propio, hasta que un día me di cuenta de que el real conflicto estaba en mis narices; estaba justo en esa historia familiar que yo decía que no me afectaba y aún no había decidido sanar.